domingo, 6 de febrero de 2011

Paradero desconocido

Es difícil, muy difícil. Estoy ahogado en esta ansiedad de escupirme a mi mismo las palabras que se me atragantan. Cada día pesa, escuece... el sentir que uno mismo se siente lejos de sí mismo... No se que me pasa, tan solo quiero rebentar, gritar, explotar esta bola que crece y crece dentro de mi garganta... Quiero apagar esta sensación de vacío, quiero iluminar el mundo más que las propias estrellas, quiero soñar con la tranquilidad y el descanso, ¡quiero ruido!.

Mucho que expresar, y mucha confusión por no saber cómo, no se si merezco lo que pido, no se si tengo talento para hacerlo, ¡a la mierda el talento! me estoy marchitando de no saber ni qué pensar ya, de caminar sobre el polvo y la tierra que ya he sentido, quiero sentir lo más tradicional que mi cuerpo puede disfrutar como quién disfruta del alba junto a sus sueños vestidos de mujer: el placer de vivir lo nuevo, lo desconocido, quiero ser el niño que con su espada de madera derrota hasta el mas ruín y temible de los villanos, quién con una brillante idea sepa como salir de la prisión, el que con una canción haga llorar...

Me he perdido en mi cabeza entre las más curiosas dudas...

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