viernes, 29 de enero de 2010

Una historia.

Se levantó de la cama, asustado, buscando una luz que le pudiera hacer ver, no la encontraba, empezó a andar. Llegó asta el pasillo, se estampó contra la pared y sin embargo, siguió buscando la luz. Giró para un lado y volvió a andar, a andar a andar y andar, hasta que se estampó contra otra pared, puso las manos en ella, y nada había, solo pared. Paseó las manos por enfrente suya, hasta que las llevaba a los laterales, y solo habia pared. Se giró de nuevo "¿Me habré equivocado de lado al girar?". Se dió la vuelta, y, esta vez empezó a correr, y a correr, y a correr... . Se cansó de correr, ya no podia más, y, sin embargo, seguía buscando la luz, y no la encontraba. Se sentó. De repente, se cayó de espaldas. Asustado, se levantó, y empezó a golpear la pared, hasta que pudiera entrar por ella. Dentro, empezó de nuevo a buscar la luz, y no la encontraba. Se topó con algo, "¡Un proyector!", lo enchufó. La imagen se transmitía hacia una pared, evidentemente. La imagen sorprendía al individuo, porque veía a otros seres como él, con mucha luz alrededor, felices, unidos... . Él estaba solo, a oscuras, aburrido y envidioso, triste, "¿y por qué yo no?" pensó, sorprendentemente este individuo. Mala pregunta se hizo, porque sólo llenó su corazón de ira. Tiró el proyector al suelo y empezó a correr por fuera de la habitación que había descubierto, y empezó a correr de nuevo, y a correr, y a correr... . Y tropezó, cayó al suelo. Experimentar el dolor por primera vez, hizo que este ser no quisiera correr después, simplemente se levantó del sitio, y empezó a andar, y a andar, y a andar... . Hasta que tropezó otra vez, el individuo se enfureció, porque por más a oscuras que estuviera, él sabía que podía ver, era consciente de ello, pero, a pesar de todo, no encontraba la luz, por más que pasara las manos por las paredes. "¿Y dónde estoy, por cierto?", increíblemente, el individuo pensó. Se cansó, y por eso mismo, empezó a correr, otra vez, parecía que le diera igual el dolor que había sentido anteriormente, hasta que cayó al suelo de nuevo. Y ahí estaba él, boca abajo, indignado. "No puedo más", dijo el individuo, "Me quedo aquí, me falta el aliento, me tiemblan las manos". El individuo está triste, yo le ayudaría, pero, esque soy el narrador y tengo mis cosas ya... y..... mira... que no... que no puedo ayudarlo. El individuo, a pesar de no estar viendo nada, cerró los ojos.

"Despierta".....
"¿eh?"
"Creo que ya has dormido bastante ¿no?"
"¿Quién eres?"
"Soy tú, bueno, una parte de ti. No soy precisamente la conciencia, aunque algunos me llaman así"
"Y, ¿qué quieres?"
"Que despiertes"
"¿Para qué? si, aunque los habra veré lo mismo, o sea, nada"
"¿No?"
"Para nada, aunque, ¿qué es esto que noto en las manos?"
"Aire, el oxígeno que respiras, creo que de verdad deberías abrir los ojos, no se qué es esa nada de la que me has ablado, pero aquí solo hay flores, agua, calor..."
"¿Luz?"
"¿Luz? no sé que es eso, pero deberías abrir los ojos, aunque con cuidado, el sol te dejará, bueno, nos dejará un poco ciegos"

El individuo hizo caso a la voz, y abrió los ojos. Se quedó paralizado, la voz le había mentido, seguía estando bocabajo, en el suelo. La ira le revolucionó los sentidos, se levantó y empezó a correr, y a correr, y a correr otra vez. Y se estampó en otra pared. "¡Y una mierda!". Tiró la pared abajo con sus propias manos, y siguió corriendo otra vez. Es impresionante la velocidad con la que este individuo corría, pero más impresionante era el tiempo que había transcurrido. Finalmente, tropezó, y, su última palabra hasta ahora fue "abandono".

Ahí está, echado bocabajo, esperando el final, mientras tanto, ¿quien se apunta a un poker? no se va a mover ahí asi que...

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