Como la polilla que desintegra la madera, o como el polvo, que poco a poco recubre de olvido todo cuanto ya una vez se hubo andado; se ha perdido el miedo a retroceder, a dar marcha atrás en en los caminos del juego de la vida. Como una nube, voy por el cielo, on el pelo suelto a merced del viento, estoy vivo y tengo el placer de ser arrasante como un ejercito. Quizas hoy no se sumerge la alegría, pero mañana ya habra otro motivo para volver a abrir los ojos.
"A veces mis pensamientos, cual mendigos encostrados, se postran al suelo y reciben caricias de quien no quiere servir..."